Difícil pregunta donde las haya. Pero, por lo visto, esto va de preguntas. Entre lo laboral y un poco de historia personal puedo aproximarte a mi. Como inicio: mi nombre es Mar Torre Ruiz.
Laboralmente soy enfermera desde el año 2000. (ahí está mi edad). Un trabajo volcado y basado en el cuidado de las personas, en muchas ocasiones, en momentos muy difíciles. Siempre quise ser enfermera, profesión en la que encajan a la perfección cualidades que considero innatas en mí y que he podido desarrollar, como son: la empatía, escucha, cuidado y amabilidad.
Actualmente, se une a mi vida el coaching, ser coach. ¿Qué ocurrió para que sucediese esta unión? Pues, sucede la vida. Como sabes las historias personales tienen, a menudo, mucho en común.
La vida con sus momentos de calma, serenos, momentos aventureros, caóticos, cambios y, por supuesto, los momentos oscuros. Etapas de bloqueos, crisis, afrontamiento y superación de límites. Momentos en los que soy un mar de lágrimas. Pienso así en mí. Lágrimas, lágrimas y lágrimas. Y siendo honesta, las hay de todas clases: alegres, de risas, de pena, de angustia, de incapacidad, de ternura, de emoción. Un camino personal y de autoconocimiento profundo, muchas veces doloroso, con una recompensa final extraordinaria: Reconquistarme, aceptarme, quererme, perdonarme, sanar y conectar con mi esencia. Darme permiso para liberarme.
Y toca dar salida a esa esencia: estar aquí para ti, te escucho, acompaño, te dejo ser libre y que saques lo que tienes dentro. Soy sensible a la belleza que tiene cada uno dentro y quiero ser un canal para que puedas atreverte a verlo y sacarlo tu mismo.
El coaching me da herramientas para conectar a este nivel con las personas, establecer una conexión que acompaña, que permita los cambios, indagaciones, exploraciones introspectivas y el descubrimiento del propio potencial.
Me asombré a mi misma, me permití sacar esa luz.